Se trata de una receta muy tradicional de nuestra isla y que prácticamente se extinguió con la Guerra Civil. De hecho, hoy en día su consumo es muy escaso, pero en Mallorca un tiempo era una de los postres más típicos de Navidad.
Esta antigua receta tiene origen árabe y fue importada en Mallorca durante su conquista musulmana. Los ingredientes para hacerlo solían variar según cada familia, pero los principales eran: caldo de ave, almendras tostadas y picaduras, rojos de huevo muy batidos, canela en polvo, pimienta negra, azúcar y almidón. A pesar de que también existe una versión dulce, sin caldo de ave, huevos ni pimienta.
En la feria HORECA 2024, el chef mallorquín Sebastià Grimalt (grupo Esencia Mediterránea), secretario de la Asociación de Cocineros Afincados en las Islas Baleares (Ascaib) y embajador de KilómetroCero slow food, reinterpretó esta receta dulce con un ‘menjar blanc’ de plátano y almendra de Mallorca, unificando dos postres muy tradicionales: por un lado el ‘menjar blanc’, y por otro, el plátano con almendras.
Se trata de una receta muy sencilla para la cual necesitaremos solo estos ingredientes:
- 1/2 kilo de almendra de Mallorca cruda pelada picada
- 70 gramos de harina de trigo
- Dos plátanos
- Piel de limón
- Una ramita de canela
- 200 gramos de azúcar
- Un litro de agua
Elaboración:
Para hacer la leche de almendra se tiene que poner el medio kilo de almendras a remojo dentro del litro de agua durante cuatro horas dentro de un recipiente que quede un poco tapado. Una vez pasada este tiempo, sin colar la leche de almendra, retiraremos un tassó y lo guardamos para mezclar después con la harina de trigo.
A una otro olla pondremos los dos plátanos en trozos muy pequeños e iremos chafando todo a fin de conseguir una pasta. Acto seguido, encenderemos el fuego e iremos añadiendo la leche de almendra que habíamos hecho antes. También añadiremos la ralladura de limón, la rama de canela y los 200 gramos de azúcar.
Llevaremos todo a temperatura alta e iremos removiendo con unas varillas, también iremos añadiendo el vaso que habíamos guardado con la leche de almendra y la harina de trigo. Iremos removiendo toda la mezcla hasta que vaya espesando a nuestro gusto. Una vez parado el fuego, dejaremos la mezcla enfriar en la nevera durante unas cinco horas. Con el resultado obtenido podemos rellenar buñuelos, ensaimadas, pasta de hojaldre o pequeños barquillos de helado.
Se recomienda decorar con trozos de almendra de Mallorca tostada por encima de los postres, puesto que de este modo acentuaremos su sabor. ¡Buen provecho!